La CUP se alineará con la oposición en el primer pleno del Parlament tras la investidura de Carles Puigdemont y votará a favor de reclamar la recuperación de la paga extra de los trabajadores públicos de 2012, en contra del criterio de Junts pel Sí.
JxSí podría perder su primera votación tras el acuerdo de investidura cerrado con la CUP el pasado 9 de enero, en el que la formación anticapitalista se comprometió explícitamente a «no votar en ningún caso en el mismo sentido que los grupos parlamentarios contrarios al proceso y/o el derecho a decidir» cuando esté en riesgo la «estabilidad» parlamentaria.
Pese a ello, el diputado de la CUP Albert Botran ha explicado que su formación apoyará mañana la propuesta de resolución avalada por Ciudadanos, PSC, Catalunya Sí que es Pot y PPC, al estar en contra del «recorte» aplicado en 2012 a los trabajadores públicos, y por lo tanto rechazará una enmienda de JxSí, que advierte de que aplicar ese pago de manera «inmediata» es inviable.
«La enmienda de JxSí viene en la dirección de evitar algún problema de tensión de tesorería grande, que afectaría a las arcas de la Generalitat. Pero entendemos que todos los actores implicados están de acuerdo en el retorno de la paga y en gestionar este pago en los ‘tempos’ más realistas posibles», ha señalado Botran.
Ha afirmado además que la CUP entiende que su postura no va en contra del acuerdo de estabilidad parlamentaria con JxSí: «Nos comprometíamos a no votar con los grupos contrarios al proceso independentista cuando se viera afectada la estabilidad del Govern. No entendemos que sea poner en riesgo esa estabilidad».
El portavoz adjunto de JxSí, Pere Aragonès, de ERC, que será el próximo secretario de Economía del Govern, ha alertado de que la propuesta de resolución presentada, si se aplica «inmediatamente», supone «un impacto de 480 millones de euros en el presupuesto de la Generalitat».
Por ello ha insistido en que su grupo está dispuesto a «pactar un calendario siendo consciente de la realidad que tenemos», ya que «el peor favor a los trabajadores públicos sería acordar unas medidas que no se pudieran cumplir».
Aragonès ha afirmado que JxSí «no desistirá de seguir hablando con la CUP» hasta mañana: «Trabajaremos hasta el último segundo para tener un entendimiento amplio y un acuerdo», ha dicho.
La jornada ha tenido otro punto de tensión entre el Govern y la CUP, al anunciar la consellera de la Presidencia, Neus Munté, que el Ejecutivo catalán no se retirará del proceso judicial abierto a raíz de los incidentes por el desalojo del centro social de Can Vies, en el barrio de Sants de Barcelona, en mayo de 2014.
Ayer, Munté garantizó la «predisposición» del Govern a retirarse de siete procesos contra activistas, fruto del pacto de investidura entre JxSí y la CUP, pero hoy ha matizado que «no hay ningún pacto» sino que «hace meses» que la Generalitat ya viene analizando este tipo de casos y ha lanzado un «mensaje de tranquilidad» a los Mossos d’Esquadra, inquietos por este gesto hacia los antisistema.
Por otro lado, sobre la reunión de JxSí, en la que, por primera vez, ha participado una diputada de la CUP, Gabriela Serra, Aragonès la ha calificado de «correcta y cordial» y ha confiado en que en próximas reuniones «nos iremos coordinando para que sea ágil y cuando haya posicionamientos discrepantes, haya consenso».
En el pleno de mañana, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, comparecerá para dar cuenta de la composición y la estructura de su nuevo Govern y mantendrá un debate parlamentario con los líderes de la oposición
(Agencias)