“Hace dos años y medio fui detenido en la calle y diez policías registraron mi domicilio llevándose multitud de cosas tan peligrosas como libretas, libros, camisetas, fotografías, ordenadores, etc. No sólo mías, también de mi familia. Luego me llevaron a la comisaría de Madrid y, tras ser interrogado, me dejaron tirado en un calabozo sin derecho a aseo, ni siquiera algo para poder tumbarme o taparme. Al día siguiente pasé a disposición judicial y fui liberado con cargos”
Así explica el conocido rapero y activista Pablo Hasél su detención en un vídeo, en el que pide solidaridad para poder enfrentarse al juicio contra él que tendrá lugar el día 10 del próximo mes, y que se ha convertido en viral en las redes sociales. A Hasél se le acusa de apología del terrorismo por el contenido de las letras de algunas de sus canciones protesta. Según el músico, la Audiencia Nacional pretende encarcelarle por «cantar».
“Decir en canciones que los inmigrantes deben ser asesinados, como tantos grupos nazis dicen, no está penado y es normal donde la Guardia Civil acaba de asesinar a 15 inmigrantes. Sin embargo, decir que merecen un castigo quienes dejan a familias en la calle, está considerado apología del terrorismo. Me acusan por no sentir pena si les pasa algo a quienes nos condenan a la precariedad o a la miseria. Me juzgan porque no soportan que militemos por acabar con las constantes injusticias y que mi música haga pensar”.
Pablo Hasél es un autor que se define como de ideología socialista y es autor de 33 maquetas a sus solo 33 años. Sus letras, siempre directas y sin eufemismos, están llenas de crítica social y de la ideología marxista que él profesa, y en ellas, aparte de temas líricos, se ha distinguido por su crítica directa al sistema, por sus ideas revolucionarias y por abogar por un levantamiento contra el capitalismo, y también, por supuesto, contra el gobierno del Partido Popular.