Este martes 12 de marzo han sido juzgados cuatro neonazis por haber apaleado presuntamente a un indigente en la zona de Moncloa (Madrid) el 23 de agosto de 2009. Su letrado, Ángel Pelluz, –de 90 años de edad- ha presentado un escrito ante la Sala en el que asegura que “la vagancia” y el constituirse “un parásito de lo decente” –refiriéndose al indigente– lleva a la repulsión y a la nostalgia de “tiempos pasados”, en alusión a la Ley de vagos y maleantes de 1933.
En el escrito de defensa de los acusados se alega que los mendigos “no son personas humanas”. A continuación afirma que hoy en día empiezan a resurgir círculos políticos que tienden a prohibir “los mendigos, la plaga de nuestras ciudades, porque hay nostalgias de tiempos pasados”. Esta norma aprobada de forma unánime por los grupos políticos de la II República tenía como objetivo el control de “mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas”.
El abogado ha ratificado estas declaraciones ante la prensa y ha añadido que los mendigos “no son personas humanas” sino “cánceres de la sociedad que deberían ser extirpados”.
En el juicio se han presentado los cuatro imputados: Mykhaylo T., Javier R.B., María Leticia G.D. e Iván L.G., acusados de un delito de lesiones. La Fiscalía solicita doce años de cárcel para Mykhaylo y diez para los otros tres, además de una indemnización conjunta para Rafael Santamaría, la víctima.
Javier R.B. acusó a Mykhaylo T. de pegar y pisar «poseído por la ira» al mendigo. Sin embargo, Mykhayo no reconoce los hechos y declara que él pasó junto al indigente que comenzó a insultarles sin motivo aparente, pero dice que de ningún modo agredió al hombre. «No odio a nadie», ha asegurado Mykhaylo, quien a continuación ha explicado a la Sala que su corte de pelo se debe a una enfermedad dermatológica y no a su pertenencia a un grupo neonazi. «No puedo. Soy comunista. Mi abuelo murió en la II Guerra Mundial», se ha defendido el joven.
Por otra parte, Javier –otro de los acusados- asegura haber presenciado la escena de la agresión al mendigo al salir de un bar cuando oyó los gritos de una persona y se encontró con Mykhaylo encima del hombre propinándole una brutal paliza «con cara de poseído» y «descolocado por la ira».
María Leticia e Iván niegan que cualquiera de los jóvenes de grupo agrediesen al mendigo. Sin embargo, el fiscal asegura que los procesados empezaron a propinarle patadas en la cabeza al indigente que estaba pasando la noche en un fotomatón de la madrileña calle Arcipreste de Hita sobre las tres de la madrugada.
A la víctima le ha quedado como secuela una grave alteración cognitiva-conductual que le limita para cualquier actividad de cierta complejidad. Tras la agresión, el hombre sufrió un traumatismo craneoencefálico con contusión hemorrágica intraparenquimatosa, que le dejó en coma y tardó en curarse 541 días.