A pesar del optimismo reinante en el equipo de gobierno y en algunos de los personajes más destacados del mundo de las finanzas, un nuevo estudio de la Unión Europea ha puesto de manifiesto unos datos alarmantes acerca de la evolución del empleo en este país.
El desempleo de larga duración en España ha crecido en el segundo trimestre de 2013 al 49,3%, uno de los niveles más altos de los países que integran la Unión Europea.
Según informa el Instituto de Estudios Económicos, el país con una mayor tasa de paro de larga duración entre sus parados, es decir, el porcentaje de desempleados que lleva más de un año en paro, es Eslovaquia con un 70,8%, seguido de cerca por Grecia y Croacia que se sitúan ambos en un 65% de nivel de desempleo de larga duración.
España con un 49,3% se encuentra justo por detrás de Eslovenia y por delante de Estonia. Con dos puntos de media sobre la Unión Europea, cuyo índice es del 47,1% de parados de larga duración sobre el total de sus índices de paro, y esto a pesar de los esfuerzos del gobierno por facilitar el despido a las empresas y por crear un marco de empleo con una mayor movilidad y precariedad.
En la otra cara de la moneda están Suecia y Finlandia, que son los países con un menor porcentaje de parados con largo tiempo sin conseguir trabajo, ambos rondan tan solo un 17% de sus empleados sufriendo las consecuencias de un largo periodo de inactividad.
Si este dato sigue creciendo, pueden aumentar significativamente las bolsas de pobreza generadas dentro del estado, conduciendo a la expulsión definitiva del mercado laboral de miles de familias.