Bankia, por voz de su presidente, indicó un inicio de 2013 sólido que implica un balance saneado, buenos niveles de solvencia y una excelente situación de liquidez. El reto, por lo tanto, es hacer de Bankia una entidad rentable que permita devolver al estado el gigantesco desembolso realizado hacia esta entidad y que supuso la mayor parte del rescate solicitado por España en fechas pasadas.
Según parece, esto se traduce en que el pasado 2012 la matriz de la entidad, BFA Bankia, cerró con pérdidas de 21.238 millones de euros, contando un aprovisionamiento y dotación de 26.845 millones, en los cuales están incluidos los ajustes por el traspaso de activos a la Sociedad de Gestión de Activos Inmobiliarios procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb o «banco malo»).
El ratio de solvencia, es decir, la capacidad de Bankia para atender y hacer frente a sus deudas quedó en un 9% el pasado 2012, teniendo un repunte posteriormente debido a las operaciones de canje de Instrumentos híbridos de capital y deuda subordinada por acciones Bankia, las famosas preferentes. Esto resituó el ratio de solvencia en un 9,44 %.
Con todo y con eso, el desplome de Bankia supuso unas pérdidas récord de 19.193 millones de euros en 2012, las cuales multiplicaron por seis los 2.979 millones de pérdidas del curso anterior. Los datos de Bankia de 2011 estan reformulados según las cuentas del ejercicio anterior, información que Bankia ha hecho llegar hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Estos datos, las reclamaciones por la «supuesta estafa» de las preferentes y la reestructuración de la plantilla de Bankia mediante un ERE, no parece que altere la visión meridianamente optimista que el consejo de administración de la entidad encabezado por su presidende, José Ignacio Goirigolzarri , tienen del futuro cercano de la entidad. Esta visión se basa en que el Grupo BFA-Bankia, que recibió el visto bueno de Bruselas a su plan de saneamiento para los próximos cinco años, ha asegurado que volverá a entrar en beneficios en el año 2013 , y que ganará 1.200 millones en 2015. Y mientras tanto los ciudadanos se preguntan por quiénes serán los que paguen las pérdidas de una entidad que actualmente está nacionalizada, es decir, que pertenece a todos los españoles.