El 15 de marzo de 2020, al día siguiente de que los españoles se encerraran tras la declaración del estado de alerta por la pandemia, Felipe VI emitió una histórica declaración en la que rompía con su padre el rey emérito, anunciando que le retiraba la asignación y renunciaba a la herencia que pudiera dejarle cuyo origen distaba de ser legal. Para Juan Carlos I, este fue el comienzo de un año dramático y escandaloso en el que incluso tuvo que abandonar España y exiliarse en los Emiratos Árabes Unidos.
Don Felipe dio el paso de retirar la pensión a su padre, acosado por las informaciones publicadas en la prensa sobre él. La gota que colmó el vaso fue la publicación por el «Sunday Telegraph», el 14 de marzo, de un generoso «regalo» millonario a don Juan Carlos por parte de Arabia Saudí, país con el que la familia real del rey emérito mantiene estrechos vínculos.
En marzo de 2019 ya se habían recibido en Zarzuela dos cartas del bufete británico en el que trabaja la abogada de Corinna en las que se informaba de que Don Felipe y la Princesa de Asturias figuraban en la lista del segundo y tercer beneficiario de la Fundación Lucum, creada en 2008 por el monarca en su momento para ocultar el regalo de 100 millones de dólares que supuestamente le hizo Arabia Saudí. Los fondos permanecieron en una cuenta suiza hasta 2012, cuando Don Juan Carlos transfirió los 65 millones restantes a Corina Larssen.
Ante estos hechos, los Reyes y los Príncipes de Asturias hicieron una declaración ante notario el 12 de abril de 2019 en la que renunciaban a la herencia que pudiera dejarles Don Juan Carlos, aunque esta decisión no se hizo pública hasta marzo de 2020.
A partir de entonces, la situación se complicará para Don Juan Carlos. El pasado 5 de junio, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, explicó que la investigación de Campos se derivó de las diligencias abiertas en diciembre de 2018 por Anticorrupción para aclarar el destino de los 80 millones de euros que, según Corinna Larsen, se habrían repartido entre otros Don Juan Carlos por la citada recompensa en 2011.
Mientras tanto, entre bastidores, la Casa del Rey y la Moncloa comenzaron a trabajar en una salida para el ex monarca.
El anuncio de la salida de Don Juan Carlos de España se hizo el 3 de agosto. Zarzuela publicó la carta que el rey emérito había enviado a su hijo para informarle de su decisión de abandonar el país «para contribuir a facilitar el ejercicio de tus funciones en la paz y tranquilidad que tu alta responsabilidad requiere».
Sin embargo, hasta dos semanas después no se conoció su destino: los Emiratos Árabes Unidos. Fue aquí, bajo la protección del príncipe heredero de este rico país del Golfo, Mohamed bin Zayed, donde siguió residiendo desde entonces, y fue aquí donde le visitaron sus hijas, las infantas Elena y Cristina, así como algunos otros amigos.
OTRAS DOS NUEVAS INVESTIGACIONES
Su situación dio un nuevo giro en noviembre cuando, en apenas tres días, la Fiscalía del Tribunal Supremo anunció dos nuevas investigaciones sobre el rey emérito.
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