Según informó ayer el diario israelí Maariv, el rabino ucraniano Moshe Reuven Azman, líder de una de las dos grandes comunidades judías de Kiev, ha pedido a los judíos de Ucrania que abandonen cuanto antes la capital, y a ser posible el país, por temor a que sean perseguidos por los manifestantes armados que controlan la ciudad, en su gran mayoría simpatizantes del partido Svoboda, el partido ultranacionalista ucraniano de extrema derecha donde impera el fascismo, anteriormente conocido como Partido Nacional-Socialista Ucraniano.
El líder de Svoboda, Oleh Tyahnybok, es famoso por su anti-comunismo exacerbado y también por sus ataques a la minoría judía existente en Ucrania, donde unas 100.000 personas profesan esta religión, y se ha referido en numerosas ocasiones al actual Gobierno de Viktor Yanukovich como «mafia moscovita-judía».
Uno de lo principales ideólogos del partido Svoboda, Yuriy Mykhalchyshyn, fundó el ‘Centro de Investigación Política Joseph Göbbels’ en 2005, que después cambiaría de nombre a ‘Ernst Jünger’. Mykhalchyshyn también escribió un libro en 2010, citando obras de Ernst Röhm y otros teóricos nazis como Gregor Strasser y Göbbels, en el que se refiere el Holocausto como un «período de luz en la historia». El partido solo permite la militancia de personas de raza ucraniana entre sus miembros, y en la región de Galitza, donde la población habla ucraniano como primera lengua, tiene entre un 20 y 30% de los votos.
«Le dije a mi congregación que tenemos que salir del centro de la ciudad todos juntos y, si es posible, del país también», informó el rabino Azman al diario Maariv. «No quiero tentar a la suerte», agregó, «pero hay constantes advertencias sobre sus intenciones de atacar a las instituciones judías».
De hecho, la Asociación de Organizaciones y Comunidades Judías de Ucrania (Vaad) ya denunció públicamente hace un mes que se habían producido algunos ataques contra miembros de la comunidad judía al salir de las sinagogas, perseguidos por grupos de desconocidos con sus rostros cubiertos con bufandas.
Todas las escuelas de las comunidad judía han cerrado por temor a los posibles ataques de la extrema derecha ucraniana, que es la que controla de facto la ciudad de Kiev, las oficinas presidenciales y, sobre todo, el centro de la revuelta nacionalista EuroMaiden en estos momentos, pero el Rabino ha informado de que todavía mantienen las tres oraciones diarias. La embajada de Israel ha comunicado que dará apoyo a los miembros de la comunidad judía que decidan abandonar sus hogares.
Edward Dolinsky, al frente de Vaad, ha descrito la situación como una grave amenaza para la comunidad judía: «hemos contactado con el ministro de Exteriores de Israel, Avigdor Lieberman, para que nos proporcione seguridad».
Simpatizantes de Svoboda marchan con antorchas en el aniversario de Stepán Bandera