El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, ha considerado que «se tiene que ir dando y se va a ir dando de forma natural» una «normalización» de la evolución de los salarios de los españoles ante la mejora de la economía y teniendo en cuenta que la situación actual «no tiene nada que ver» con la de hace «cinco, seis o siete años», cuando era «extremadamente delicada».
Según De Guindos, sigue habiendo «mucha deuda pública y privada» y la evolución de la productividad es «muy moderada», lo que unido a la inflación, es «una combinación peligrosa». «La productividad nos tiene que permitir hacer frente al pago de la deuda y todas las proyecciones van moderadamente al alza pero nos encontramos con que siguen estando los nubarrones en la economía internacional», ha sostenido.
ABOGA POR MANTENER LAS REFORMAS
El ministro español ha defendido el crecimiento económico del país, apoyado en unas exportaciones que siguen aumentando; y se ha referido al «desapalancamiento del sector privado, que no tiene parangón en países de nuestro entorno».
A su juicio, hay que «continuar con el esfuerzo de consolidación fiscal» y «es muy importante mantener todas las reformas que están detrás de la evolución (económica)», entre las que ha citado la reforma laboral, «que ha permitido una moderación salarial y la reasignación de factores».
«España, en 2012, estaba al borde del colapso. Los retos están ahí, la situación política la conocen, hay que buscar consensos en el Parlamento español», ha dicho De Guindos, quien ha destacado los acuerdos no sólo con Ciudadanos sino también con el PSOE o PNV.
El ministro ha hecho un balance de lo realizado hasta ahora, recordando que el denominado «rescate financiero» evitó que España saliera del euro y tuviera que crear su propia moneda.
SITUACION DEL BANCO POPULAR.
Acerca del sector bancario, ha señalado, más concretamente sobre el Banco Popular, que se ha buscado la solución «menos mala» y ha advertido de que había dos posibilidades y se optó por la que ha permitido que los depositantes de fondos «no perdieran nada, que las oficinas del banco abrieran al día siguiente y no hubo el más mínimo contagio a otras entidades».
Sí perdieron, algo que hubiera ocurrido igualmente con la otra opción, «los accionistas y los tenedores de deuda subordinada». «Fue la mejor decisión adoptada desde el punto de vista del interés general», ha apostillado.
En su discurso se ha referido asimismo a la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre la unidad de mercado, asegurando que se tiene que permitir que las empresas españolas puedan actuar en las 17 comunidades autónomas «sin trabas administrativas».
Sobre Cataluña, ha dicho que si la política «no marcha bien, te acaba afectando a la economía porque la economía es política económica». Para el ministro, la política «puede ser buena o mala pero si es buena tiene una influencia muy positiva sobre la economía».