Según explica la entidad, la remuneración variable de González se redujo por el impacto que tuvo en el beneficio del Grupo BBVA la provisión dotada para hacer frente a las devoluciones de las cláusulas suelo y por la evolución de los tipos de cambio, mientras que en el caso de Torres Vila, la comparativa no es homogénea porque su nombramiento para el cargo se produjo en mayo de 2015.
En cualquier caso, el pago de la retribución variable de ambos ejecutivos está sujeto al cumplimiento de objetivos y a indicadores plurianuales que pueden reducirlo e incluso llevarlo a cero, pero no elevarlo, y además depende de «cláusulas malus», que pueden limitar o impedir el cobro, según explica el banco.
El consejo de administración ha aprobado una nueva política de remuneraciones de los consejeros ejecutivos para 2017, 2018 y 2019, que incluye, entre otras novedades, un aumento de la parte diferida del salario, y una ampliación del periodo de diferimiento.
BBVA se ajusta así a las novedades regulatorias en materia retributiva que recoge la Circular 2/2016 del Banco de España y las directrices de la Autoridad Bancaria Europea sobre políticas de remuneración, que será aprobada, previsiblemente, en la Junta General de Accionistas que la entidad celebrará el 17 de marzo.
(Agencias)