PP y PSOE han elegido en el Pleno del Senado de este miércoles a los cuatro magistrados del Tribunal Constitucional que han acordado designar por el cupo que elige la Cámara Alta y lo han hecho, según estaba previsto, solos salvo el respaldo de Coalición Canaria, porque el resto de partidos o ha votado en blanco, según han anunciado Ciudadanos, UPN y Foro, o no ha participado en la votación, como ha sido el caso de Unidos Podemos, ERC, el PNV, PDeCat, Compromís y EH Bildu.
Los elegidos son Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, promovidos por el PSOE, y Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya, candidatos del PP, cuya propuesta fue aprobada en la Comisión de Nombramientos con el único voto a favor de los dos grandes partidos.
La votación ha sido secreta y en papeleta, por lo que no cabía el voto en contra: los senadores tenían que escribir los nombres de los candidatos o dejar el papel en blanco. Era necesaria una mayoría de tres quintos (160 votos de 266 senadores), que alcanzaban holgadamente PP (149) y PSOE (62): 211 parlamentarios en total.
Los dos candidatos con más apoyos han sido Enríquez y Montoya, 207 en total, mientras que los dos propuestos por el PSOE han recibido unos pocos menos: diez en el caso de Conde-Pumpido (197 votos) y tres menos la andaluza María Luisa Balaguer (204).
Ha habido además diez votos blancos, entre los que se encontraban los tres de Ciudadanos, el del senador de UPN y de la senadora de Foro, así que otros han procedido del PP o del PSOE.
Por otro lado, se ha recogido un voto nulo, de la parlamentaria de Nueva Canarias María José López, quien ha informado de que había escrito en la papeleta: «Por un Tribunal Constitucional paritario».
Disciplina socialista
En este mismo sentido se ha pronunciado el portavoz de PDeCat, Josep Lluìs Cleries, quien ha reprochado al PP y al PSOE que no hayan «buscado un amplio consenso» con el resto de grupos para renovar el TC.