El paro ha superado en España los 6 millones en octubre, según los últimos datos publicados por Eurostat, que elevan la tasa de paro sobre la población activa al 26,2%.
De esta manera, el presupuesto del viejo INEM, que se había estimado en 28.805 millones para 2012, se elevará a 33.090 millones. Esto supone que los gastos derivados del paro superan este año el 10% del conjunto de gasto del Estado y se sitúan por delante del coste derivado de los altísimos intereses de la deuda que ha provocado el rescate de los bancos (28.848 millones 9,2%), eso sí, sin contabilizar el pago de la deuda en sí, únicamente los intereses.
Inicialmente, Hacienda había estimado que el paro se situaría este año en el 24,3%, lo que supone el entorno de los 5,6 millones de personas, situación que se mantendría en 2013. Sin embargo, la doble recesión que afronta la economía española después de cinco años de crisis y una reforma laboral más flexible han dado al traste con estas proyecciones. El empleo es un indicador retrasado de la evolución económica y recoge ahora la caída de la economía que supera ampliamente la estimación del Gobierno. La última EPA correspondiente al tercer trimestre, que conocimos en el mes de octubre, arrojó un total de 5,778 millones de parados. El Ejecutivo de Mariano Rajoy pensó que la destrucción de empleo había tocado suelo, pero no ha sido así. El paro registrado ha seguido aumentando con fuerza en octubre y en noviembre.
Esto ha reducido el número de personas ocupadas, que apenas llegan a los 17 millones, que es el nivel de 1995 y confirma el pinchazo de la burbuja laboral que se produjo en paralelo al boom de la construcción y atrajo a 5 millones de inmigrantes. El Gobierno está muy preocupado porque todos los informes indican que el empleo tardará al menos 10 años en alcanzar la media europea.
El deterioro del empleo ha aumentado por la subida del Iva (que ha precipitado el cierre de pequeños negocios), por los recortes en la administración y la bajada de sueldos en general, que siguen la senda de una contracción económica que lastra el consumo y la generación de nuevos empleos. Y se ha precipitado por la avalancha de Expedientes de Regulación de Empleo presentados en algunas de las principales empresas. Entre estos destacan los de Paradores (644 trabajadores), Novagalicia (2.500 personas), Bankia (6.000 personas) o Iberia (4.500 trabajadores)