El centro de congresos de la cumbre del G20 en Hamburgo, en el norte de Alemania, solo está a diez minutos a pie del feudo de sus detractores, el Rote Flora, que han prometido protestar durante el encuentro entre dirigentes el 7 y 8 de julio.
Mensaje combativo
«¡Welcome to hell!» («¡Bienvenidos al infierno!») es el lema de una de las protestas, organizada el 6 de julio por uno de los activistas más conocidos del Rote Flora, Andreas Blechschmidt.
«Es un mensaje combativo», admite. «Pero también demuestra que las políticas del G20 en el mundo son responsables de situaciones terribles como el hambre, la guerra o el desastre climático», explica en una entrevista a la AFP.
Los manifestantes quieren intentar bloquear el acceso al centro de congresos donde se reunirán los dirigentes del G20 y «se reservan (…) la opción de una resistencia militante» contra la policía, agrega.
Los organizadores esperan durante varios días un total de 100.000 manifestantes, mientras que la policía estima entre 7.000 y 8.000 el número de radicales de izquierda que podrían hacer uso de la violencia.
«Será la mayor operación en la historia de la policía de Hamburgo», anunció el portavoz de la policía de la ciudad, Timo Zell.
Unos 15.000 policías serán desplegados para garantizar la seguridad durante la cumbre, a los que se suman 3.800 policías federales encargados de la protección del aeropuerto y los trenes.
«Estamos preparados e intentaremos defender nuestro derecho de manifestarnos y nuestro derecho democrático de reunirnos», asegura.
Otros critican que se haya escogido una gran ciudad para una cumbre de estas características, en lugar de celebrarla en una zona más aislada, como se ha hecho en otras ocasiones.
Pero las autoridades alemanas han dicho que querían enviar una señal de transparencia, frente a las acusaciones contra los políticos de actuar a escondidas.
«Espero, por el bien de los ciudadanos de Hamburgo y de las fuerzas de seguridad, que las manifestaciones serán pacíficas», dijo el jueves la canciller Angela Merkel.