Sacerdotes católicos del estado de Pensilvania emplearon rituales religiosos, símbolos de la fe y la amenaza de una eternidad en el infierno con el fin de tocar, abusar y violar a menores, según un reporte de un jurado investigador divulgado el jueves, una conducta que el principal fiscal del estado calificó de «armamentización de la fe».
Según el informe, los curas también utilizaron el sacramento de confesión como una oportunidad para atacar a menores.
La investigación en seis de las ocho diócesis del estado de Pensilvania _ Allentown, Erie, Greensburg, Harrisburg, Pittsburgh y Scranton _ es la más amplia realizada nunca sobre abusos de sacerdotes católicos en Estados Unidos, según los defensores de las víctimas. Más de 1,000 menores, y posiblemente muchos más, fueron asaltados desde la década de 1940, según el informe.