«Los resultados preliminares del programa piloto muestran que los participantes no encontraban trabajo mejor ni peor que el grupo de control», indicó la ministra finlandesa de Salud y Asuntos Sociales, Pirkko Mattila, quien reconoció que «sobre la base de los resultados del primer año del experimento» no hay impacto en el empleo.
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«Sobre la base de un análisis de los datos anuales registrados, podemos afirmar que durante el primer año del experimento los perceptores del ingreso básico no tuvieron mejores ni peores resultados que los miembros del grupo de control a la hora de encontrar empleo en el mercado laboral», concluyó Kanninen.
MÁS BIENESTAR Y CONFIANZA.
«Aunque no es probable que se adopte para un uso extensivo el modelo de ingreso básico desarrollado para el experimento, pienso que fue muy exitoso», subrayó la ministra finlandesa en referencia a la información aportada para abordar la reforma de los servicios de la seguridad social de Finlandia.
«El experimento de la renta básica nos permitió explorar formas más flexibles de aceptar un empleo y encontrar cómo los incentivos financieros afectan la aceptación de ofertas de trabajo», añadió Mattila.