Tras cuatro noches consecutivas de lucha en las calles y gran tensión en la sociedad española y en las esferas políticas del Partido Popular, el barrio burgalés de Gamonal ha logrado una aparente victoria con el reciente comunicado del alcalde de Burgos, Javier Lacalle, de paralizar temporalmente las obras del bulevar de la calle Vitoria, contra las que los vecinos han mantenido un fuerte pulso con el Ayuntamiento.
El comunicado de Lacalle aparece justo cuando empiezan a multiplicarse las convocatorias de apoyo con Gamonal de numerosas ciudades españolas para los próximos días, como Barcelona, Madrid, Valencia, Zaragoza, León, Málaga, A Coruña, Bilbao o la misma Burgos, entre otras muchas.
La alarma en el Gobierno del PP por el temor a un estallido social generalizado parece ser el detonante de la respuesta del alcalde burgalés, pues, como se puede observar por el hervidero de las redes sociales sobre el tema, tras la revuelta ciudadana de Gamonal hay mucho más que el simple disgusto por el levantamiento de una calle, tras el que se encuentra el descontento social acumulado contra la gestión de los Ejecutivos desde que se inició la crisis y los múltiples casos de corrupción, sin castigo legal, que afloran en el Partido Popular.
La primera de las manifestaciones de apoyo a los vecinos del barrio de Gamonal ha tenido lugar esta tarde en Salamanca, donde los manifestantes han logrado cortar las calles del centro de la ciudad, impidiendo el tráfico en la Gran Vía salmantina y avanzando por la Plaza de España y el Paseo de las Carmelitas. Frente a la Delegación del Gobierno, a la que no había sido comunicada la marcha, se ha procedido a la lectura de un manifiesto de apoyo a las protestas de los burgaleses.
Sin embargo, no todo son buenas noticias y los vecinos de Gamonal no lanzan aún las campanas al vuelo. De momento, Javier Lacalle sólo ha anunciado la paralización temporal de las obras porque “no se puede garantizar la seguridad” y ha ofrecido “un paréntesis de unos 15 o 20 días” durante el cual se creará un grupo de trabajo para analizar la situación, que pretende, en principio, incorporar a representantes de los colectivos vecinales, la Plataforma Bulevar No Ahora (que había anunciado su disolución al inicio de las protestas del pasado viernes) y Zona G, además de los técnicos municipales y los representantes de los grupos políticos.
No es la primera vez que el Partido Popular hace un amago de acercamiento a las posturas de los manifestantes para lograr una tregua que le favorezca en sus objetivos, motivo por el cual, tanto los vecinos de Gamonal como los ciudadanos españoles que apoyan su lucha, no tienen demasiada confianza en el movimiento aparentemente conciliador de Lacalle, que bien podría tratarse tan sólo de una estrategia política para amortiguar la protesta social.
Queda por ver qué ocurrirá en los próximos días con las convocatorias ya comunicadas a través de las redes sociales por las diferentes ciudades españolas que, en principio, tienen previstas sus manifestaciones de apoyo al barrio de Gamonal.