Tras el escándalo desatado hoy en las redes sociales con motivo del intento de clausura, en plena navidad, del Banco de Alimentos del barrio de Tetuán y gracias a la presión vecinal, el Partido Popular de Madrid se ha visto forzado a paralizar temporalmente el proceso de desalojo del local.
El Banco de Alimentos de Tetuán surgió como una iniciativa de los miembros de la asamblea del 15M de este barrio madrileño para tratar de encontrar una solución para las familias que se encontraban con serias dificultades para subsistir. Su actividad comenzó el pasado mes de mayo y desde entonces treinta son las familias que logran alimentarse diariamente gracias a esta iniciativa.
Tal y como explican en su página web, el sistema de funcionamiento de este banco de alimentos es muy diferente al que puedan emplear otras entidades como Cáritas, ya que no se basa en la beneficencia de un organismo sino en el trabajo activo de sus propios beneficiarios, de manera que las mismas familias que van a recibir los alimentos participan activamente en la gestión de la comida, su recogida y su reparto. Lejos de tratarse de un acto de caridad, el propio grupo se moviliza para ayudarse a sí mismo, autogestionándose.
Es precisamente este carácter autogestionado “reivindicativo y no caritativo de esta despensa solidaria” el que, según el colectivo, ha provocado la decisión de la Junta Municipal de Tetuán, dirigida por el Partido Popular, de poner fin al proyecto desalojando el local que alberga el almacén de comida, un espacio cedido por la Asociación de Vecinos de Cuatro Caminos, situado en el mismo edificio en el que se encuentra el Mercado de San Enrique, de propiedad municipal.
El Consistorio ha incluido al Mercado de San Enrique en un plan de modernización de mercados, dentro del cual se prevé el desalojo de parte de los inquilinos del inmueble, a quienes ha ofrecido una sede alternativa para sus actividades pero no así a los usuarios del banco de alimentos.
El colectivo denuncia que desde hace meses se comenzaron a recibir “amenazas y presiones políticas por parte de los agentes de la Policía Municipal, bajo las órdenes de la Junta Municipal de Tetuán”, pero que la decisión de precintar ahora el local surge de la aparición del proyecto en un programa de televisión de la cadena Telecinco, tan sólo un par de días antes de la notificación de precinto.
Con menos de 24 horas de antelación en el aviso, la ejecución de precinto de la actividad debía realizarse esta misma mañana, sin embargo, los efectivos policiales se encontraron a su llegada con un cordón humano formado por decenas de vecinos del barrio que no estaban dispuestos a permitir el desalojo, justificado por el PP desde una perspectiva burocrática, que exige unos trámites legales y unas licencias que, para la Asamblea Ciudadana de Tetuán, “deberían quedar en un segundo plano” debido a la función social que desempeña. Los vecinos concentrados han permanecido custodiando el acceso del banco de alimentos durante toda la mañana, desde las siete y media hasta las dos de la tarde.
Tal como indican desde el Banco de Alimentos de Tetuán, «a lo largo de la jornada la Policía acudió en varias ocasiones, pero la masiva respuesta ciudadana impidió que se ejecutara la voluntad de la Junta Municipal del distrito, controlada por el PP. Tras más de cuatro horas de resistencia, alrededor de las 12:00 horas del mediodía, los agentes del Cuerpo Nacional de Policía nos instaban a abandonar la vía pública y desistir de la concentración alegando que le había sido comunicado por sus mandos superiores que no iban a proceder al precinto durante la jornada. Aun así, las personas presentes decidimos permanecer hasta la hora límite en que se podía ejecutar la orden, las 14:00».
La paralización del precinto ha sido, sin embargo, temporal, ya que el Consistorio de Ana Botella, hasta el momento, tan solo ha ofrecido a los miembros del banco de alimentos una reunión el próximo 30 de diciembre para tratar la cuestión, sin prometer aún ninguna solución satisfactoria, lo que hace sospechar a los vecinos que pueda tratarse únicamente de un modo de aliviar la presión mediática alejando la orden de desalojo de unas fechas tan comprometidas.
Para los promotores de la iniciativa solidaria, existen “intenciones políticas en callar al Banco de Alimentos de Tetuán”, ya que “interesa la caridad” y no que los ciudadanos “se organicen para salir de su situación, para que no despierten y descubran esta estafa a la que llaman crisis”.