En la línea dura de las críticas vertidas sobre la sentencia «favorable a los escraches», iniciada por la Presidenta del Partido Popular de Madrid, Esperanza Aguirre, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ha mostrado su rechazo a la tendencia de que los jueces atiendan “al sentir de la calle”, más propio “de la Revolución Francesa”, según ella, que a aplicar las leyes emanadas del Parlamento. Ha sugerido también a los jueces “instrucciones silenciosas” que “no se prolonguen indefinidamente”.
Durante una entrevista concedida en la radio a la Cadena Cope, la alcaldesa de Madrid ha expresado que para ella es “muy peligroso para el Estado de Derecho” y “lamentable” el fallo de la jueza que ha considerado que el escrache llevado a cabo por la PAH frente al domicilio de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, no es un delito.
Ana Botella ha indicado que si el político afectado por el escrache no hubiera sido del PP, se habría visto la diferente «vara de medir de la justicia». Según la alcaldesa, lo que está en cuestión es la inviolabilidad del domicilio, por lo que no entiende que el escrache sea considerado como “un acto dentro de la normalidad”. También ha expresado su queja sobre los “efectos perniciosos” que produce la lentitud de la Justicia.
Según Ana Botella, para que los jueces tengan el respeto de la sociedad “deben actuar de manera callada y cumpliendo la ley”, no produciendo “prejuicios irreparables para el honor de las personas, como ha ocurrido en ciertas ocasiones”. La alcaldesa ha sugerido a los jueces “instrucciones silenciosas”, «que no se prolonguen indefinidamente”.
En relación a su supuesta candidatura a la Alcaldía, Ana Botella ha calificado los debates en torno al tema como desperdicio de tiempo, pues está muy ocupada con sus tareas en el Ayuntamiento de la capital. “No voy a desperdiciar tiempo en pequeñas cosillas, no me interesa. Tengo mucho trabajo y no me da tiempo”, han sido sus palabras.
Al recordarle las palabras de Esperanza Aguirre sobre su oposición a la designación de los candidatos mediante un “dedo divino” – sistema mediante el cual Ana Botella accedió a la alcaldía de Madrid–, esta ha acusado a Aguirre de haber sido elegida también “a dedo” para los cargos que ha ocupado y ha justificado el método por ser el que tiene “razón de ser” en los inicios de la democracia.