El FMI receta a España el copago en la Sanidad y la Educación públicas para reducir el déficit

La última receta del Fondo Monetario Internacional (FMI) para que España pueda cumplir con los objetivos de déficit impuestos por la ‘troika’ inciden en la senda d el castigo a los servicios públicos: implantar el copago en la Sanidad y la Educación.

Según las estimaciones de los técnicos del FMI, que se reunieron en España con representantes del Gobierno de Rajoy, partidos políticos y empresarios, el crecimiento potencial del país se encuentra “muy por debajo del 1,5% de media entre 2015 y 2010”.

En el diagnóstico del FMI pesan las expectativas de que persista una débil acumulación de capital como consecuencia de las dificultades de las empresas, que podrían reprimir sus inversiones, así como unas adversas dinámicas de población y un persistente desempleo estructural «en torno al 16%».

Destaca también que España registra un débil crecimiento de la productiva, que refleja que las empresas españolas “tienden a ser más pequeñas, menos productivas y menos orientadas a la exportación que las de sus pares europeos”, y señala que los niveles de deuda pública y privada siguen siendo muy altos, lo que continuará afectando negativamente al crecimiento.

El FMI insta por tanto al Gobierno de España a continuar con las políticas de austeridad en la última edición de su ‘Artículo IV’, el examen anual al que el organismo somete a cada uno de sus miembros, y sentencia que “en ausencia de reformas adicionales, el potencial de crecimiento seguirá siendo bajo” para el país.

Para reducir el déficit, el FMI considera que todo ahorro fiscal es válido y pone su ojo ahora en el ámbito regional, recomendando incrementar la capacidad regulatoria de las Comunidades Autónomas para que actúen con mayor libertad en la reducción de los costes de los servicios públicos mediante el copago, aunque aconseja reducir o eliminar dicho copago para los grupos “más vulnerables”.

Además, el FMI reclama elevar los impuestos especiales y medioambientales y una modificación del IVA para que España se sitúe al mismo nivel que los países europeos del entorno.