Al menos García Paesa y Juan Carlos Cueto, así como José Ignacio Encinas Charro, conocen la identidad del particular «míster X» de la organización criminal, según fuentes de la investigación, pero hasta el momento se han negado a desvelarla. Encinas Charro se limitó a asegurar cuando fue preguntado al respecto por el juez que eso eran «palabras mayores».
Siempre según la emisora, las comisiones proceden de la venta de armamento y material de seguridad en «más de 70 contratos bajo sospecha» en operaciones suscritas con países como Arabía Saudí, Angola, Camerún, Egipto o Brasil. Encinas Charro y Larumbe han argumentado que las comisiones eran lícitas y autorizadas por la propia Defex. No obstante, la empresa ha negado tal extremo.
La supuesta corrupción en Defex se dio a conocer en 2014, cuando el juez Pablo Ruz y el Fiscal Anticorrupción Conrado Saiz revelaron la venta fraudulenta a Angola de materia de equipamiento policial en una serie de contratos valorados en más de 150 millones de euros. Sin embargo, al país africano llegaron armas por poco más de 50 millones. El resto, según la SER, se lo repartieron funcionarios angoleños y los jefes de la trama corrupta en España.
Ni rastro del «King» de la trama