Tal y como se esperaba, el Partido Popular ha vuelto a imponer su mayoría absoluta en el Congreso este miércoles rechazando las trece enmiendas a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado para 2016, presentadas por todos los grupos políticos de la oposición a excepción de UPN, cuyo único diputado ha votado junto al PP, y afianzando así su aprobación definitiva en octubre, antes de la disolución de las Cámaras y la convocatoria de las elecciones generales.
Un resultado cantado: 185 votos en contra de retirar el proyecto de ley, 152 a favor y ninguna abstención, con la única sorpresa de que la votación ha debido repetirse por un fallo informático que dejaba como primer resultado 104 diputados en contra y ausencia del resto.
Claramente satisfecho, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha calificado la noticia de “enormemente positiva” y ha asegurado que esto significa que “vamos a seguir con la misma política económica” contemplada en sus presupuestos para el año que viene, ignorando que a finales de este año se celebrarán elecciones generales en nuestro país y que estos presupuestos son los quintos de una legislatura a la que solo le corresponden cuatro.
Unos presupuestos “fantasiosos” y “electoralistas”
Diez horas de debate parlamentario en dos jornadas en las que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha defendido sin credibilidad el carácter “social” de los PGE y ha apelado a la “responsabilidad” de “dar tranquilidad a los mercados”, mientras todos los grupos de la oposición defendían sus enmiendas y arremetían con fuerza contra unos presupuestos “fantasiosos”, “electoralistas”, “inconstitucionales”, “antidemocráticos”, que vuelven a estar al servicio de los sectores económicos que menos han sufrido la crisis pero “dan la espalda” a los ciudadanos que más han sufrido las consecuencias de los recortes.
Toda la oposición considera que el PP presenta estas cuentas, apenas unas semanas antes de disolver las Cortes para convocar elecciones generales, para «atar» a la próxima mayoría y con afán electoralista. Además, reiteran que la previsión de ingresos y crecimiento está «inflada» y que no se corrigen los recortes de los últimos años, lo que impide asistir a quienes más están sufriendo.
Las formaciones que presentaron enmienda de totalidad a los PGE de 2016 fueron: PSOE, Izquierda Plural, UPyD, PNV, CIU (con dos enmiendas separadas), Amaiur, ERC, BNG, Coalición Canaria, Geroa-Bai, Compromís y Foro Asturias, éstas siete últimas integradas en el Grupo Mixto.
Continuidad de “un rumbo suicida”
“Unas cuentas de fantasía” que encaminan hacia “un horizonte de precariedad laboral y de crisis permanente”, según el diputado de la Izquierda Plural Alberto Garzón en su intervención en el Congreso, para quien el PP lleva “un rumbo suicida” con “la repetición del mismo modelo, que crea poco empleo y que se va a los mismos sectores de antes, como la hostelería, la construcción o el sector inmobiliario” y que “no crea empleo realmente: se desguaza el empleo existente sustituyendo a un trabajador con derechos por dos sin derechos”.
También desde la Izquierda Plural, el diputado Joan Coscubiela, señala que los PGE son «falsos desde sus cimientos» y acusa al PP de dejar la Seguridad Social en «riesgo» por su despreocupación por aumentar los ingresos, con solo 55 de cada 100 parados recibiendo prestación por desempleo y planteando para 2016 que se van a dedicar a políticas activas de empleo el 30% menos que en 2011.
Desde el Grupo Mixto, para el portavoz del grupo Amaiur, Rafael Larreina, “el Gobierno es raudo y veloz al dar respuesta a las demandas y necesidades de las grandes empresas y los grandes capitales y tremendamente lento e insensible para responder a las necesidades vitales de la población más necesitada”, ha defendido el portavoz del grupo Amaiur, Rafael Larreina, en su intervención en el Congreso, describiendo los presupuestos del PP como “continuistas” y “comprometidos con la economía especulativa”.
“Una patada en el culo”
“Les vamos a dar, democráticamente, una patada en el culo el próximo día 27”, ha asegurado con contundencia el diputado de ERC Joan Tardà, quien ha denunciado que las cuentas públicas presentadas por Montoro “son insolidarias con Cataluña una vez más” y ha acusado al Gobierno de “falsedad” sobre el compromiso social que pregona cuando ha castigado las pensiones y ha reducido partidas fundamentales.
No se trata de un presupuesto “de trámite”, según la diputada de BNG Olaia Fernández Davila, sino de una pretensión del Gobierno de dejar en herencia la “nefasta política económica” de Mariano Rajoy al próximo Ejecutivo. “Nunca hubo tanta crispación como con este Gobierno”, ha asegurado la diputada gallega, quien ha criticado al PP por seguir apelando a la estabilidad política que ofrece un partido tan lleno de corrupción que hace que la política española “sea un bochorno y el Estado español, un estado bananero”.
En su intervención en el debate, la portavoz de UPyD en el Congreso, Rosa Díez, calificó los PGE de cuentas “fracasadas” de un Gobierno “fracasado”, de presupuestos “propagandísticos”, y acusó al Gobierno de usarlos electoralmente “para camuflar las miserias de una legislatura de engaños”. Señala que el ahorro del gasto público del que tanto alardea el PP se debe al “recorte radical” en la inversión pública, que ha pasado del 4,7% al 2,1% en cinco años, y recuerda que el Gobierno ha consumido el 60% de “la hucha de las pensiones”, que se agotará en 2018 de seguir a este ritmo.
Para el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, es una “desfachatez” y un “atropello democrático imponer las cuentas para el próximo año antes de escuchar a los españoles en elecciones”, tramitándolos en agosto como si fuera una “emergencia nacional”, y acusa a Rajoy de querer “aferrarse hasta el último minuto al poder” anteponiendo sus intereses a los de la ciudadanía.
En el mismo sentido se ha expresado el portavoz del PNV, Pedro Azpiazu, quien se pregunta “por qué se empeñan en hacer las cosas contra el sentido común” en el PP y se responde a sí mismo que “constituye un publirreportaje electoral, sencillamente”, o el diputado de Compromís Joan Baldoví, que califica los PGE de “ciencia-ficción con caramelos electorales”.
Con enmiendas separadas, Pere Macias por Convergencia y Josep Sánchez Llibre por Unió, coinciden en que las cuentas para 2016 son “antisociales”, “insolidarias”, “injustas” y “maltratan” a los ciudadanos catalanes.
Los PGE se aprobarán en octubre con la mayoría del PP
Una vez rechazadas las enmiendas de totalidad, el plazo de presentación de enmiendas al articulado permanecerá abierto hasta las 14.00 horas del viernes para ser expuestas en la Comisión de Presupuestos, desde donde pasarán, revisadas, para su debate en el Congreso durante la semana del 14 al 16 de septiembre.
El PP volverá a hacer uso de su mayoría absoluta presumiblemente, y el texto de los Presupuestos Generales para 2016 elaborado por el Ejecutivo de Mariano Rajoy pasará al Senado para su ratificación y devolución al Congreso.
La aprobación de los PGE ocurrirá, por tanto, a finales del mes de octubre, probablemente en el Pleno del jueves 22, antes de la disolución de las Cortes para la convocatoria de las elecciones generales, como denuncian todos los grupos políticos de la oposición.