El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha trasladado hoy al Rey Felipe VI su voluntad para formar un Gobierno del cambio con PSOE e IU, y los apoyos que sean suficientes para una investidura. Pedro Sánchez, respondió pidiendo tiempo pero con voluntad de entendimiento.
«Es el turno de Mariano Rajoy», dijo Sánchez, subrayando en varias ocasiones la importancia de los plazos en democracia, en una rueda de prensa ofrecida en el Congreso tras despachar con el rey dentro de la ronda de contactos tras la que Felipe VI propondrá un candidato a la investidura.
«Vamos a esperar a que (Rajoy) presente su candidatura y, si fracasa, el PSOE hará lo que le toca hacer para formar un Gobierno de cambio, progresista y reformista», declaró, añadiendo que sus votantes no comprenderían que Podemos y socialistas no se entendieran.
Sánchez respondía así a la inesperada oferta anunciada poco antes por Iglesias, que propuso formar un Gobierno de coalición con el PSOE en el que Sánchez sería presidente y él vicepresidente y en el que también estaría Izquierda Unida.
«España no se puede permitir esperar a Rajoy», había dicho Iglesias poco antes en la misma sala de prensa, diciendo que la posibilidad de que Sánchez fuera presidente era «una sonrisa del destino» que el líder socialista tendría que agradecerle.
«Vamos a hablar de Gobiernos, de equipos y tareas», pidió Iglesias, rodeado por los que consideró capaces de asumir responsabilidades ministeriales, como Íñigo Errejón, Carolina Bescansa, y el candidato de su alianza catalana Xavier Domènech, y tras asegurar que no pondría «líneas rojas».
Las elecciones generales del pasado 20 de diciembre arrojaron en España un Congreso muy fragmentado sin mayorías claras y con un escenario que exige amplios pactos entre varias formaciones para poder tener un gobierno estable.
Pero la hipótesis planteada por Pablo Iglesias tiene una enorme complejidad dado que en un Congreso de 350 diputados, el PSOE obtuvo 90 diputados, Podemos y sus confluencias territoriales otros 69 diputados e IU dos más.
Un acuerdo de estas formaciones necesitaría además el apoyo de grupos nacionalistas como Partido Nacionalista Vasco y Esquerra Republicana de Catalunya, a quienes Iglesias confió en convencer.
Sin embargo, Sánchez no descartó tampoco conversaciones con el partido liberal Ciudadanos que, con sus cuarenta escaños, podría ser decisivo en caso de abstenerse.
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, cerrará esta tarde las consultas con el rey, y se prevé que sea propuesto por Felipe VI para intentar formar Gobierno al ser el Partido Popular la primera fuerza del Parlamento con 123 diputados pese a no contar en principio con los apoyos necesarios para superar una sesión de investidura.
POLÍTICAS ANTES QUE SILLONES
El líder socialista reconoció que compartía con Podemos el diagnóstico de muchos de los problemas del país, pero señaló que las negociaciones para un eventual gobierno habrían de centrarse en política «antes que en sillones».
Sánchez dijo además que no sólo hablaría con Podemos, sino que también negociaría «con luz y taquígrafos» con el partido centrista Ciudadanos y con otras formaciones del Congreso, aunque no buscaría el apoyo de las independentistas.
Queda por ver cuál será la respuesta a la oferta de Podemos de otros importantes dirigentes del PSOE, que hasta ahora han rechazado la posibilidad de aliarse con el partido de Iglesias.
Iglesias dijo que el hipotético Ejecutivo tripartito prohibiría las puertas giratorias, blindaría los derechos sociales y acabaría con la austeridad y con leyes como la laboral o las privatizaciones en sanidad, y anunció que hablaría con Bruselas para ralentizar el ritmo de reducción del déficit público.
El líder de Podemos justificó el cambio de estrategia de su formación, que hasta ahora había rechazado rotundamente entrar en un eventual Gobierno socialista, en la falta de confianza hacia una parte del PSOE.
«No nos fiamos de las buenas palabras, las garantías para que haya un Gobierno del cambio es que nosotros estemos en ese Gobierno, en las reuniones del Consejo de Ministros y con responsabilidad de Gobierno», dijo Iglesias.
El líder de Podemos no mencionó en ningún momento la exigencia de una consulta de autodeterminación en Cataluña, algo que el PSOE ha rechazado de plano. Sin embargo, Domènech, de En Comú Podem, dijo posteriormente que en el debate sobre la plurinacionalidad que quiere impulsar Podemos se enmarcaba su propuesta de celebrar un referéndum en Cataluña.
Para salvar la previsible oposición del PP a cualquier reforma de la Constitución, Iglesias aludió a la posibilidad prevista en la Carta Magna de celebrar un referéndum consultivo previo en el que la ciudadanía se pronunciaría a favor o en contra de cambios constitucionales.
(Agencias)