El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, pretende exigir a Google que cambie su sistema de búsquedas, ya que podría estar abusando de su posición dominante al redirigir las búsquedas de los internautas a sus servicios propios.
Almunia, según una información publicada ayer por el diario británico Financial Times, señaló que la Comisión Europea está aún investigando ese caso y que su «convicción es que (Google) está desviando el tráfico».
El «desvío del tráfico» al que apunta el vicepresidente de la CE supondría que cuando un usuario hace una búsqueda, Google da preferencia a los resultados de sus servicios verticales y los muestra primero, en detrimento de los de sus competidores.
Almunia mostró sus sospechas de que la empresa estadounidense está realizando un uso indebido de su posición dominante, incurriendo en un abuso de la misma.
La Comisión Europea mantiene abierta por el momento la investigación y continúa las conversaciones con Google, que ha presentado posibles soluciones para esclarecer sus dudas sobre la legalidad de su modelo de negocio. Si las alternativas planteadas por la empresa no convencen a Bruselas, la CE podría presentar cargos contra Google, una decisión final que podría llegar este mismo mes. El planteamiento de Bruselas contrasta con la conclusión alcanzada por la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC, en inglés) tras 19 meses de investigación, que considera que no hay pruebas que indiquen que Google favorece a sus propios servicios en su motor de búsqueda.
Por su parte, el Ejecutivo europeo se muestra especialmente preocupado por puntos del modelo de negocio de Google, el primero de ellos es el mencionado «desvío del tráfico».
Otra duda expuesta por la CE son los acuerdos entre Google y sus socios en páginas donde despliega publicidad relacionada con las búsquedas, que dan lugar a una «exclusividad de facto» al gigante estadounidense y cierra posibilidades a competidores que también ofrecen servicios de publicidad.
Por último, Bruselas cree que Google impone restricciones a la portabilidad de las campañas de publicidad relacionadas con las búsquedas en línea, desde su plataforma AdWords a otras plataformas de competidores.