Vox «no dará un paso atrás» en su propósito de expulsar a todos los inmigrantes irregulares “sean mayores o menores” de edad y, para ello, «estudiará» pedir que España se descuelgue de la Convención de los Derechos del Niño de la ONU, según ha explicado este lunes en el Congreso el presidente del partido, Santiago Abascal. Esta petición, fuera de toda ley, constituye una violación tan flagrante de los derechos humanos y de todas las leyes internacionales que nos enfrentaría directamente a todos los países de nuestro entorno.
La convención, que este miércoles cumple 30 años, obliga a los Estados a dar prioridad al “interés superior del niño” en cualquier medida que le afecte; a no discriminarlo por razón de sexo, religión, origen nacional, étnico o social; y a garantizar la protección de todos sus derechos. Lo que impide, según los expertos, las expulsiones masivas e indiscriminadas de menores extranjeros no acompañados (Menas) de las que ha hecho bandera el partido de extrema derecha y que constituye una clara violación racista de los derechos humanos.