La Junta de Andalucía está a punto de aprobar que la montería, una modalidad de caza, sea considerada Bien de Interés Cultural (BIC), lo que hará que tenga preferencia para su “difusión, y concesión de subvenciones y ayudas públicas”. El Gobierno andaluz de PP y Ciudadanos promovió el expediente de protección al poco tiempo de llegar al poder, y este reconocimiento se tramita ahora en la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico.
El 81% del suelo de Andalucía tiene uso cinegético, por encima de la media nacional, que se sitúa en el 71%. La comunidad andaluza celebra más de 2.000 eventos cada año para cazar ciervos, jabalíes, muflones y corzos. “Unas 1.500 son monterías organizadas por las sociedades de caza de los pueblos, que gestionan unas 500.000 hectáreas de monte de titularidad pública”, explica José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza (FAC), en declaraciones a El Mundo.
El resto pueden ser monterías más elitistas, en las que los participantes pagan entre 100 y 10.000 euros por cazar en espacios reducidos y con un alto número de animales, para garantizar que se cobran piezas. La FAC, en un dossier enviado a la Consejería de Cultura, señala que la montería se integrará como actividad de interés etnológico por su carácter de “rito, delimitación de un tiempo y un espacio distinto al cotidiano, formalismo en la acción, definición de roles y repetición de actos”.