El régimen iraní ha considerado un éxito el ataque sin precedentes contra Israel, en el que ha lanzado cientos de misiles y drones, y ha dicho que no tiene intención de continuar con su ofensiva, la primera directa de Irán contra territorio israelí, dando así por zanjada su respuesta ante el bombardeo contra su consulado en Damasco (Siria), ocurrido hace dos semanas.
«En estos momentos, la República Islámica de Irán no tiene intención de continuar sus operaciones defensivas, pero si fuera necesario no dudaría en proteger sus intereses legítimos ante cualquier nueva agresión», ha asegurado este domingo el ministro de Exteriores iraní, Hosein Amirabdolahian.
Previamente, los líderes iraníes habían calificado de exitoso el ataque de más de 300 misiles y drones contra Israel y afirmaron que fueron destruidos un centro de inteligencia israelí y la base aérea desde la que despegaron los cazas con los que Israel atentó contra el consulado iraní en Damasco.
«Anoche, los valientes hijos de la Guardia Revolucionaria, con la colaboración y coordinación de todos los sectores de defensa y políticos del país, abrieron una nueva página en la historia de la autoridad de Irán y dieron una lección al enemigo sionista», ha calificado el presidente de Irán, Ebrahim Raisi, en un comunicado recogido por medios iraníes.
Raisi ha confirmado que los ataques fueron una respuesta al bombardeo contra el consulado iraní en Damasco del 1 de abril, entre «otras acciones agresivas» de Israel contra Irán, y ha lamentado la inacción internacional ante las acciones israelíes, especialmente por parte de la ONU. «Desafortunadamente, el Consejo de Seguridad, bajo la influencia de los Estados Unidos y algunos otros partidarios del régimen sionista no ha podido cumplir con sus deberes», ha dicho.
Para justificar su ataque contra Israel, Irán se ha escudado en el artículo 51 de la carta de Naciones Unidas, que habla del derecho a la «legítima defensa».
Este derecho a la autodefensa también ha servido a los mandatarios iraníes para lanzar advertencias a Israel y especialmente, a EE UU, ante un posible contraataque. El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Mohamad Hosein Baqerí, ha avisado a Estados Unidos de que Irán atacará sus bases en la región si apoya una respuesta israelí a los ataques de anoche.
De la misma manera se ha expresado el presidente iraní, Ebrahim Raisi: «Hago hincapié en que cualquier nueva aventura contra los intereses de la nación iraní se encontrará con una respuesta más dura y decisiva por parte de la República Islámica del Irán», ha sentenciado.
El Ejército de Israel ha confirmado que el ataque directo de Irán ha comprendido el lanzamiento de 170 drones, 30 misiles crucero y 120 misiles balísticos, «un 99 por ciento» de los cuales han sido interceptados por los sistemas defensivos israelíes, de acuerdo con los militares.
El jefe de portavoces del Ejército, el vicealmirante Daniel Hagari, ha asegurado que todos los aviones no tripulados y los 30 misiles crucero fueron derribados por «las Fuerzas Aéreas de Israel y sus aliados» y que la «inmensa mayoría» de los 120 misiles balísticos fueron interceptados por Arrow (‘La Flecha’), el sistema de defensa aérea de largo alcance.
Hagari ha reconocido, no obstante, que algunos de estos misiles balísticos consiguieron atravesar la protección y alcanzaron finalmente la base aérea de Nevatim, en el sur del país.
El portavoz militar israelí, en este sentido, ha confirmado «ligeros daños» en la infraestructura de la base aérea. Sin embargo, el ataque no ha afectado en lo más mínimo, ha querido puntualizar el vicealmirante, en el funcionamiento de la instalación.