
Los grupos de PSC, ERC, Junts, Comuns y CUP han registrado este jueves en el Parlament la proposición de ley del taxi, que expulsará de facto del área metropolitana de Barcelona a los vehículos de transporte con conductor (VTC). Algo que para las empresas Bolt, Uber y Cabify, hará retroceder la movilidad «al siglo XX».
La proposición restringe al máximo la actividad de las VTC al prohibir que realicen trayectos urbanos, que quedarán reservados para los taxis. La idea del texto, así, es que las compañías se limiten a realizar trayectos largos y ocasionales, enfocados a situaciones empresariales o eventos, pero no para el público general. De esta forma, no podrán buscar clientes por la calle. Esta norma se basa en la propuesta elaborada por el Govern, bajo la denominación de Ley del transporte de personas en vehículos de hasta nueve plazas.
Unauto VTC, la patronal mayoritaria del sector de los VTC, ha criticado este «blindaje» al «monopolio del taxi» y la ha calificado de «profundamente antisocial» e «injusta», pues significará la destrucción de 6.000 puestos de trabajo.
Por su parte, Cabify, Uber y Bolt han advertido de que, si la nueva ley de transporte presentada este jueves en el Parlament prospera, se perderán empleos,»la movilidad de Barcelona retrocederá al siglo XX» y se contravendrá «abiertamente el Derecho europeo».
La entrada del texto en el registro marca el inicio de la tramitación parlamentaria de la ley, en la que los diferentes grupos que la apoyan ya han avanzado que quieren introducir cambios.
Entre otras modificaciones, ERC, Junts y CUP han anunciado que propondrán que se obligue a los conductores de taxis y VTC a contar con el nivel B2 de catalán, en lugar del B1 que contempla la propuesta de ley redactada por el Ejecutivo catalán.
Las tres empresas han trasladado su «preocupación» ante esta proposición de la futura ley del taxi y han afirmado que si la regulación sale adelante, «Catalunya perderá una gran oportunidad de avanzar en la electrificación de la flota».