
El presidente del Partido Popular Europeo (PPE), Donald Tusk, ha recibido como una «triste sorpresa» la noticia del acuerdo entre el PP y Vox para formar gobierno en Castilla y León y espera que sea «un accidente» y no una tendencia en España.
«Para mí fue una triste sorpresa. Pablo Casado era una garantía personal para mantener al Partido Popular en el centro-derecha evitando este tipo de coqueteo con los radicales, con los movimientos de extrema derecha como Vox», dijo Tusk el jueves en París, durante una reunión de los líderes del PPE antes de la cumbre informal de jefes de Estado europeos en Versalles.
En la reunión de los conservadores europeos, dedicada al conflicto ucraniano y a evaluar la posición del partido sobre la crisis y la respuesta de las instituciones europeas, Tusk criticó a los líderes europeos de extrema derecha como Marine Le Pen, Éric Zemmour, Matteo Salvini y Viktor Orban por su tradicional apoyo al presidente ruso Vladimir Putin.
Preguntado por el pacto por el que Vox entrará en un gobierno autonómico a través de un acuerdo de legislatura con el PP en Castilla y León, abriendo el camino a nuevos pactos en el futuro, Tusk dijo que esperaba que fuera «un accidente y no una tendencia en la política española».
«Es una señal muy fuerte para nosotros de que tenemos que luchar contra estos deseos de construir fuerzas políticas que parecen fuertes pero que a largo plazo significan una capitulación», advirtió Tusk, ex primer ministro de Polonia y ex presidente del Consejo Europeo, al término de la reunión, a la que también asistió Casado como líder del PP español, cargo del que abandonará próximamente.