
La “chulería” mostrada por el agente provocó que Casanovas decidiera seguir usando el catalán, según refiere el sancionado, pero consiguió pasar el control de pasaportes y dirigirse a la cola de embarque de su vuelo. Al rato, Casanovas se vio abordado por el policía anterior y un segundo agente, que le requisaron el pasaporte y le llevaron al punto de información, donde tomaron nota de sus datos personales.