La Patronal y los sindicatos han llegado esta madrugada a un principio de acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo en el sector de la limpieza de las calles de Madrid, todo apunta al éxito de la huelga, ya que la solución podría pasar por que la plantilla acepte someterse a un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) durante 45 días al año.
Otra de las partes del acuerdo implica una congelación salarial durante cinco años (toda la vigencia del convenio de 2013 hasta el 2017).
UGT, CCOO y CGT confían en que los flecos se depuren hoy con las empresas a cargo de las concesiones para que los barrenderos puedan volver a las calles con total normalidad.
Los representantes de los trabajadores están satisfechos con este principio de acuerdo, puesto que se aseguran de que no habrá rebajas salariales, a pesar de que han recalcado el esfuerzo que supone la congelación salarial. Aunque han advertido que no tolerarán «que se produzcan despidos: «si hay ERE, seguiremos con la huelga«, ha afirmado con rotundidad Francisco Javier Palacios, portavoz de CGT.
El Ayuntamiento de Madrid encargó ayer a la empresa pública Tragsa que ejerciera servicios de limpieza pero esta apenas encontró voluntarios entre sus empleados y tuvo que acudir a una empresa de trabajo temporal para contratar trabajadores que ejercieran las labores de limpieza para poder interrumpir la huelga.
Para poder llevar a cabo la interrupción forzosa de la huelga, Ana Botella ha tenido que presentar una denuncia por el incumplimiento de los servicios mínimos y «delitos» relacionados con la huelga.