

Según el cura, “ahora hay más crímenes, más violencia, más droga, más asesinatos, más violencia de género, más de todo” debido a la pérdida de la fe en la religión católica.
«Antes había unos principios cristianos y antes había unos valores, y antes se vivía en los mandamientos y una persona tenía una formación cristiana, y aunque se emborrachara, sabía que había un quinto mandamiento que decía no matarás”.
Las palabras del sacerdote dan a entender que es aceptable dentro de la moral cristiana el maltrato de género, ya que no existe el mandamiento en la Biblia que exponga “No pegarás a tu mujer”, y tan solo es condenable cometer el asesinato, pues sí existe el “No matarás”.
Con este discurso, el cura aleccionaba a los niños de siete y ocho años para que eligieran no alejarse de Jesús y la Iglesia.
Desde el Instituto Andaluz de la Mujer ya han mostrado su rechazo de lo que, según su coordinadora, Beatriz Martín, son “gravísimas” palabras, instando al párroco a «a retractarse de estas gravísimas declaraciones, que en nada contribuyen a fomentar igualdad en el siglo XXI».