La Comisión Europea ha dado un ultimátum a España por exceder los niveles máximos de contaminación del aire y amenaza con llevar al país ante la Justicia europea si no se toman acciones inmediatas y el Gobierno de Rajoy presenta antes del próximo lunes un plan concreto que contemple restricciones de circulación de vehículos para disminuir la polución.
Además de España, los países señalados son Rumanía, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Italia, Francia, Alemania y Reino Unido, a los que se ha referido advirtiendo de la seriedad del problema, que hace que cada año mueran prematuramente en la UE 400.000 personas por enfermedades relacionadas con la contaminación del aire.
«Ha habido algunas sugerencias positivas pero tengo que decir que, a primera vista, no son suficientes para cambiar la fotografía global. Sin nuevas y efectivas medidas, en muchos casos, los estándares de calidad del aire seguirán superándose los meses y años mucho más allá de 2020», ha lamentado Vella, que ha emplazado a los países a presentar nuevas medidas «como muy tarde el próximo lunes».
«Ante estos duraderos fracasos para tomar acciones serias y ante la perspectiva de que los procesos legales en curso continuarán, llamo a todos los Estados miembros a abordar este problema que pone en riesgo la vida con la urgencia que requiere», ha declarado el comisario.
El Ayuntamiento de Carmena y sus limitaciones al tráfico
Para España en concreto, la advertencia de la UE se centra principalmente en las dos ciudades más grandes: Madrid y Barcelona, donde los niveles de tráfico rodado son más intensos.
A la reunión con el comisario europeo acudió en representación de España la secretaria de Estado de Medio Ambiente, María García, quien presentó a Bruselas algunas medidas contra la contaminación tomadas en nuestro país, como las del Ayuntamiento de Madrid, que logró reducir la polución en un 26% con el cierre de la Gran Vía durante las Navidades pasadas, y trasladó al comisario que la calidad del aire es “una prioridad” para el Gobierno de España.
Siendo así, el Gobierno y el partido de Rajoy tendrán ahora que empezar no solo a respetar las decisiones del consistorio madrileño en cuanto a limitación del tráfico sino a apoyarlas y a fomentar protocolos más restrictivos para la reducción de la contaminación si España no quiere acabar en los tribunales europeos.