
«Tengo una premonición sobre la Norteamérica de la época de mis hijos o de mis nietos, cuando Estados Unidos sea una economía de servicios y de información; cuando casi todas las principales industrias manufactureras se hayan ido a otros países; cuando los increíbles poderes tecnológicos caigan en manos de muy pocos, y nadie que represente el interés público pueda siquiera comprender las cuestiones; cuando la gente haya perdido la capacidad de establecer sus propias agendas o cuestionar de una manera sabia a las autoridades; cuando, abrazados a nuestras bolas de cristal y consultando nerviosamente nuestros horóscopos, con nuestras facultades críticas en declive, e incapaces de distinguir entre lo que nos gusta y lo que es verdad, nos deslicemos de nuevo, casi sin darnos cuenta, hacia la superstición y la oscuridad.»
La Humanidad está más cerca del Apocalipsis
Eso es lo que asegura un grupo de científicos atómicos de la Universidad de Chicago que, desde 1947, publica anualmente un boletín en el que se refleja de manera simbólica a cuántos minutos estaría el mundo de su final si su vida se midiera en una jornada de 24 horas.
Según el grupo, que incluye 15 Premios Nobel, el Reloj del Fin del Mundo está sólo a dos minutos y medio del fin de nuestra existencia. Los expertos han adelantado las manillas del metafórico reloj porque consideran que los líderes mundiales no han logrado hacer frente a las amenazas existenciales más urgentes para la humanidad: las armas nucleares y el cambio climático.
Los científicos señalan a Trump como el principal culpable de la amenaza
Y Donald Trump ha tenido buena parte de culpa. El discurso del presidente de EE.UU. sobre el uso y la proliferación de armas nucleares y su actitud impasible ante la amenaza del cambio climático influyeron en la decisión de los especialistas de alertar a la humanidad sobre los grandes peligros que la acechan.