

Según comunicados de la NASA, el pasado 23 de enero de 2013, a las 14.55 h., se produjo una erupción solar cuya eyección de masa de la corona solar está viajando a la Tierra a una velocidad de 600 kilómetros por segundo.
Este fenómeno, conocido como CME por sus siglas en inglés (Coronal Mass Ejection), se produce cada pocos años y consiste en una onda compuesta de radiación y viento solar cuyas partículas, lanzadas al espacio, pueden alcanzar nuestro planeta entre uno y tres días desde el momento de la erupción.
La consecuencia de la llegada de esta materia solar a la Tierra podría ser la generación de una tormenta geomagnética que afectaría a los sistemas de telecomunicaciones y las redes eléctricas, causando interferencias en la telefonía móvil o los sistemas GPS, motivo por el cual la NASA recomienda estar pendiente de próximas informaciones al respecto.