Creada la primera forma de vida totalmente artificial, que crece y se divide como una natural

En un nuevo hito de la ingeniería genética, científicos del Instituto J. Craig Venter, el Centro de Bits y Átomos del Instituto Tecnológico de Massachusetts y el Instituto Nacional de Normas y Tecnología han desarrollado un organismo unicelular sintético que crece y se divide como una célula de su propio cuerpo, imitando los complejos aspectos de la división celular, un mecanismo presente en las entidades biológicas.

«Queremos entender el diseño fundamental que gobierna la vida», dijo una de las coautoras del estudio, Elizabeth Strychalski. El logro, bautizado como «JCVI-syn3A», es el resultado de décadas de secuenciación y análisis genómico, que han explorado las funciones que desempeñan los genes individuales dentro de las entidades biológicas.

«Nuestro objetivo es comprender la función de cada gen para poder desarrollar un modelo completo del funcionamiento de una célula», explica en el artículo James Pelletier, biofísico del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).

Las bases de este proyecto se remontan a 1990, pero no fue hasta principios del siglo XXI cuando los investigadores consiguieron sintetizar un virus capaz de infectar bacterias. A partir de este trabajo, en 2010, los investigadores del Instituto J. Craig Venter (JCVI) diseñaron un prototipo de «sintasa celular bacteriana» al que llamaron JCVI-syn1.0 y que fue desarrollado a partir de ADN extraído de una bacteria llamada Mycoplasma mycoides. Posteriormente, el equipo consiguió sorprender al mundo una vez más creando un organismo llamado «JCVI-syn3.0», que tenía 473 genes, el genoma más pequeño encontrado en la naturaleza.

JCVI-syn3.0 fue considerado por muchos como el primer organismo sintético capaz de perpetuar su existencia mediante la división celular. Sin embargo, las variaciones morfológicas de su expresión hicieron que su «descendencia» tuviera una gran variedad de formas y tamaños, un desarrollo muy aberrante.

Ahora, miembros del mismo equipo de investigación han descubierto una forma de evitar que se produzcan estas extrañas morfologías mediante un método de análisis de ADN.