
Dos activistas agredidas por las unidades antidisturbios de la Policía Nacional en el marco de las manifestaciones de protesta contra la violencia policial que tuvieron lugar los días posteriores al 25S, “Rodea el Congreso”, denuncian desamparo ante la ley a la hora de ver prosperar su denuncia contra los agentes agresores.
Hace casi dos años las activistas Ghanina y Marta fueron agredidas por la policía cuando participaban en una manifestación pacífica en las inmediaciones del Congreso de los Diputados. Aquel 29 de septiembre de 2012 ambas fueron golpeadas con porras mientras los agentes las sacaban “a rastras” del bar en el que se refugiaron tras las persecuciones policiales.
Dos grabaciones de vídeo demuestran la veracidad de los hechos, uno incluso fue emitido por la cadena de televisión La Sexta, pero parece ser que las imágenes no son suficientes.
Las afectadas han decidido presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, su objetivo es que esta institución reconozca su derecho fundamental a “la tutela judicial efectiva y a la integridad física”. El recurso ha sido elaborado y presentado con la ayuda de Legal Sol, el colectivo que desde el 15M presta asesoramiento jurídico en temas de activismo y represión policial.
Su caso había sido visto ya por la Audiencia Provincial y por el Juzgado de Instrucción nº 10 de Madrid, ambos organismos les dieron carpetazo. Las afectadas no pudieron acceder al número de placa de los agresores y estos no pueden ser identificados para que el caso siga adelante. Los agentes llevaban puesto en el momento de la agresión un chaleco antitrauma que ocultaba su número de identificación. Es obligatorio para todos los policías portar bien visible dicha identificación, por lo que también estarían cometiendo una irregularidad.
En el recurso de amparo ante el Constitucional exigen además la nulidad de la resolución de la Audiencia Provincial. La defensa de Marta y Ghanina considera que “no ha existido una investigación de lo denunciado que sea suficiente y efectiva”.
Las agredidas narran su historia con crudeza, “nos golpearon en repetidas ocasiones con las defensas en la cabeza y el cuerpo”. Reconocen que en ningún momento los policías se interesaron en identificarlas ni detenerlas. Según los partes de Urgencias, como consecuencia de la agresión ambas necesitaron varias grapas para sanar las brechas que tenían en el cuero cabelludo, presentaban policontusiones por todo el cuerpo y un traumatismo craneoencefálico.