
El exgerente de Emarsa Esteban Cuesta ha admitido hoy que formó parte de una trama que saqueó durante años los fondos de la depuradora de Pinedo mediante facturas falsificadas por obras y servicios no realizados.
Cuesta ha declarado hoy ante el tribunal que enjuicia a 24 procesados por el desvío de más de 20 millones de euros de fondos públicos de la empresa pública que gestionó la citada depuradora.
Ha asegurado que fue el exalcalde de Manises y expresidente de Emarsa, Enrique Crespo, quien le «enchufó» en esta empresa pública, y ha negado haber conocido al exconseller de Obras Públicas José Ramón García Antón y al exdelegado del Consell en Valencia Fernando Coquillat, a quien Crespo atribuye la recomendación de Cuesta para la gerencia.
«Yo era director de enfermería del área de Sagunto y alcalde pedáneo de Benimàmet-Beniferri por el PP. Le dije a Crespo que no tenía ni idea, ni la tengo, de depuración de aguas. La respuesta fue que no me preocupara de nada», ha agregado.
Según su testimonio, «todos los proveedores» de esta empresa pública «tenían relación con el PP», y por este motivo contrató una caja de seguridad en un banco para guardar los contratos con estas firmas, todos ellos basados en expedientes de contratación «simulados».
Además de Crespo, ha citado en varias ocasiones al exgerente de la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas Residuales (Epsar) de la Generalitat José Juan Morenilla y al exjefe de explotación Ignacio Bernácer -todos ellos procesados- como cómplices de sus acciones en la depuradora.
El pago en sobres se produjo entre 2005 y 2007, fecha a partir de la cual -siempre según el testimonio de Cuesta- Sena le propuso entregarles unas tarjetas de crédito a nombre de Jorge Ignacio Roca -titular de empresas de gestión de lodos- con las que podrían sacar 500 euros diarios.
Ante la incomodidad, que según ha explicado, suponía ir a retirar dinero diariamente, Cuesta ofreció a sus compinches que entregasen las tarjetas a su hermana y ésta retiraría el dinero por ellos y se lo entregaría. «Ella apuntaba el dinero en unas libretas, pero las quemamos», ha afirmado.