El Ministerio de Economía que preside Luis de Guindos considera que el rescate de la Unión Europea a los ciudadanos de Chipre, con la consecuencia del ‘corralito’, es resultado de un «buen acuerdo» y que «no es extrapolable a ningún otro país», según han informado hoy.
Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea acordaron en la madrugada de ayer un préstamo de 10.000 millones de euros para Chipre con el objetivo de inyectar liquidez en su sistema bancario, pero a cambio de este préstamo inmediato multimillonario, el Gobierno recién elegido de Chipre ha tenido que aceptar una quita a todos los depósitos, por mandato de los países miembros del mercado común europeo.
«Es un buen acuerdo porque resuelve el problema de Chipre», han informado desde el Ministerio de Economía, porque es «mensaje muy claro» a los especuladores e inversores en deuda sobre la estabilidad y sostenibilidad de sus inversiones en euros y en deuda de países europeos.
Para el el Ministerio de Economía, el que se impida a todos los ciudadanos acceder a sus depósitos bancarios no es en absoluto un «corralito» ya que «lo único que se va a retener es el impuesto correspondiente hasta el lunes» y «la gente va a poder mover su dinero libremente». Sin embargo, el dinero de los ahorradores de la isla está siendo retenido, el lunes es fiesta nacional en Chipre y los bancos no tienen previsto abrir hasta el martes, e incluso algunas entidades bancarias están considerando mantener por prevención sus puertas cerradas hasta, al menos, el miércoles o el jueves, según la prensa de chipriota.
Fuentes del Ministerio de Economía también han recordado las declaraciones de Jeroen Dijsselbloem, presidente del Eurogrupo, que trató de explicar ayer que el bloqueo del acceso de los ahorradores a su propio dinero es un acuerdo «específico» para Chipre porque tiene una situación «muy compleja» y un sector bancario «sobredimensionado”. A pesar de estas palabras, según auditoras independientes y agencias de ratting, Chipre no es el único país de la Unión Europea con el sector bancario sobredimensionado.
El “corralito” que la Unión Europea ha llevado a cabo en Chipre es una medida sin precedentes que no había ocurrido en los rescates anteriores.