
La Copa del Mundo 2014 continúa desarrollándose en Brasil de espaldas a las masivas protestas ciudadanas y el descontento social por la corrupción, la violación sistemática de derechos humanos y el despilfarro de dinero público que supone el evento en un país que pierde mucho más que gana con su celebración, abordando con dinero público el 99% de su coste.

La celebración de la Copa del Mundo 2014, que dio comienzo el pasado 12 de junio, lleva consigo a las tierras brasileñas multitud de desahucios, explotación y violaciones de derechos humanos, según un informe de Solidaridad Internacional.
Más de 150.000 ciudadanos habrán sido desalojados de sus hogares a causa del acontecimiento deportivo, y una gran cantidad de personas que se dedican a la venta ambulante perderán su medio de vida. Estos desplazamientos forzados suponen violaciones masivas de derechos humanos a criterio de la ONG, que pidió a la FIFA que no hubiera “limpieza” de las favelas por razones de imagen, y que no se desplazara a los vendedores callejeros simplemente para conceder derechos exclusivos de ventas a los patrocinadores del evento.
Estaba previsto que la celebración del Mundial fuera artífice del crecimiento económico en el país a través de la inversión y la creación de empleo: se esperaba que se creasen 700.000 empleos y que el PIB aumentara un 0,26%, aproximadamente 4.000 millones de dólares.
Los resultados aún están por ver, pero las promesas de puestos de trabajo para los ciudadanos brasileños podrían convertirse en una oportunidad de libre explotación laboral, según afirman desde Solidaridad Internacional, basándose en situaciones anteriores como el Mundial de Sudáfrica.
Se muestran preocupados porque los beneficiarios del Mundial sean únicamente la FIFA y sus socios, ya que las experiencias pasadas en países con unas condiciones sociales similares a las de Brasil, han revelado que la mayoría de los trabajadores de la construcción no tienen condiciones adecuadas y seguras, y que cierto número de artículos de promoción comercial son fabricados en las mismas condiciones.
El 99% de los gastos del Mundial se sufragarán con dinero público
La Copa Mundial de Fútbol en suelo africano fue esperanzadora para sus ciudadanos, ya que inicialmente se habló de crecimiento económico y nuevos empleos. No obstante, el balance final se redujo a una pérdida de 2.300 millones para los sudafricanos, en lugar del beneficio esperado de casi 600 millones de euros. La FIFA y sus socios, por el contrario, sacaron más de 2.500 millones de euros.
Son las y los brasileños los que deben soportar el coste de este evento deportivo, ya que el 99% de los gastos del Mundial de Fútbol serán asumidos por los presupuestos públicos, aún a riesgo de alcanzar una deuda como la de Sudáfrica.
El informe de la ONG Solidaridad Internacional deja ver que las consecuencias para el país anfitrión serán terribles, sobre todo para los más desfavorecidos. Es muy probable que el resultado de la celebración deportiva más importante a nivel internacional suponga para Brasil una montaña de deudas que afecte gravemente a los presupuestos sociales.
1 comentario en «Mundial de Brasil: negocio millonario para la FIFA, miseria para los ciudadanos»