
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció en el debate sobre el estado de la nación un nuevo impuesto dirigido a las grandes entidades financieras. Este «impuesto excepcional» tendrá una duración de dos años y se espera que ascienda a 1.500 millones de euros al año. «Empiezan a beneficiarse de la subida de los tipos de interés», dijo Sánchez durante su intervención.
«Pedimos a las grandes empresas que devuelvan sus beneficios a los trabajadores. Que los posibles beneficios no engorden las cuentas de los altos cargos», dijo.
Esta medida se suma al impuesto a las grandes compañías eléctricas, anunciado hace unos días. Sánchez se refirió a ello desde la Cámara de Diputados. «Este Gobierno no va a tolerar que empresas o particulares se aprovechen de la crisis», dijo el líder del Ejecutivo.
El impuesto sobre la electricidad, que entrará en vigor en 2023, aumentará en 2.000 millones de euros al año durante las próximas décadas. «Los beneficios no caen del cielo, salen del bolsillo de los consumidores», dijo.
