
Mientras Valencia se prepara ya para su fiesta grande de las Fallas, el artista Santiago Sierra, en colaboración con Eugenio Merino, vuelve a generar polémica en la nueva edición de la feria de arte ARCO, que comienza este miércoles 27 de febrero.
La obra que vuelve a estar en el punto la alberga la galería italiana Prometeo y consiste en una escultura gigante del rey Felipe VI, de cuatro metros de altura, que arderá por contrato en un año, al estilo de los tradicionales ninots valencianos.
Así lo ha explicado la propietaria de la galería, Ida Pisani, quien ha añadido que la idea de esta obra, de nombre Ninot, es «la de un ninot como otro cualquiera» y que, tras establecer con el comprador un acuerdo contractual, la pieza del monarca «arderá y solo quedará la calavera».
El precio de Ninot es de 200.000 euros y la figura está perfumada con la fragancia Dark blue de Hugo Boss «porque es el perfume que usa el monarca». La escultura está hecha de cera y alcanza una altura de cuatro metros, lo que le hace sobresalir del stand de la galería albergada en el pabellón 9 de Ifema.
La obra podrá ser observada por los monarcas españoles el jueves 28 de febrero, ya que, como todos los años, harán presencia en el evento.
La escultura hiperrealista ha sido modelada por el artista Eugenio Merino, que también ha centrado la polémica en otras ediciones por obras como la de una escultura hiperrealista de nombre ‘Always Franco’, en la que la figura de cera del dictador aparecía metida en una máquina de refrescos. La Fundación Francisco Franco no dudó en acercarse al stand de la galería ADN, donde se exponía la obra, para tomar fotografías y demandar a su autor.
«Suelo trabajar con Sierra y creo que, más que un artista político, es un artista comprometido con la realidad y que enfoca problemas. No he pensado en la polémica, de hecho lo decidimos juntos, sino solo en exponer esta obra», ha señalado Pisani con respecto a la obra Ninot que se expone este año.
¿Ninot indultat?
Los primeros coleccionistas de ARCO interesados en la compra de la pieza de Santiago Sierra quieren «indultar» la quema de la obra, también al estilo del clásico ‘ninot indultat’ de las fallas valencianas, una de las figuras que por votación popular se salva cada año del fuego.
Sin embargo, la quema de la obra es una cláusula «innegociable» según ha explicado un portavoz del estudio del artista. «Han venido varias personas muy interesadas, aunque llevemos muy poco de feria, pero lo más difícil es esa cláusula innegociable que dice que la obra tiene que ser destruida. Quieren indultarla», ha señalado este mismo portavoz, quien además apunta a que todos los interesados hasta ahora han sido coleccionistas extranjeros.
«Todas las personas que se han interesado son de fuera de España y eso facilita la quema, porque no habría problema ni inconveniente alguno si se hiciese en otro sitio», ha señalado. De hecho, ha recordado que la quema se hará en «el lugar que desee» el comprador, ya sea espacio privado o público.»Por ejemplo, en una finca propia no te pueden decir qué hacer», ha añadido.
‘Presos políticos’ y censura
Santiago Sierra fue el protagonista de la anterior edición de ARCO por su obra ‘Presos políticos’, que fue retirada del stand de Helga de Alvear y devuelta después a su lugar tras las numerosas voces que se alzaron a favor de la libertad de expresión del artista. Ante las numerosas críticas por la retirada de la obra, el director de ARCOmadrid, Carlos Urroz, se vio obligado a rectificar.
La obra ‘Presos políticos’ volverá a estar presente este año en la feria, dentro de la programación VIP de ARCO con una exposición en Zapadores Ciudad del Arte hasta el próximo 3 de marzo.
Aunque el artista da por cerrada la polémica que suscitó la retirada de la obra, Sierra cree que «la censura en España no se ha terminado», tal y como ha señalado este lunes en declaraciones durante la inauguración de esta exposición.
«ARCO va a iniciar una nueva etapa, hay un cambio de dirección y estar aquí de nuevo es un gesto agradable hacia mí, me parece bien», ha indicado el artista, que considera que en España seguirá habiendo casos porque «va en el ADN», según ha lamentado.