
A partir de este domingo, otras dos autopistas de las nueve que están en quiebra serán rescatadas por el Gobierno para asumir con dinero público las pérdidas y volver a privatizarlas una vez que estén saneadas. Se trata del tramo de la AP-7 comprendido entre Cartagena (Murcia) y Vera (Almería), con 510 millones de euros de deuda, y de la Circunvalación de Alicante, con una deuda de 251 millones.
Un sistema en el que las grandes y la banca nunca pierden
El Estado está obligado a reparar o responder por el daño según la Responsabilidad Patrimonial de las Administraciones Públicas (RPA), que resulta del todo ventajosa para las sociedades gestoras de las autopistas, formadas por constructoras, bancos y operadoras de infraestructuras.