Tonio Borg, comisario de Sanidad de la UE, ha anunciado este viernes la decisión de la Comisión Europea de examinar el impacto del copago farmacéutico hospitalario introducido en España por el Gobierno del Partido Popular.
Esta «profunda» investigación tiene como objetivo examinar si la reforma llevada a cabo por la ministra de Sanidad, Ana Mato, logra mejorar la eficacia del gasto sanitario sin desatender a los grupos sociales más desfavorecidos, según las recomendaciones de la UE para nuestro país, que son «aumentar la rentabilidad del sector sanitario, al tiempo que se mantiene el acceso para los grupos vulnerables» y «adoptar y aplicar las medidas necesarias para reducir el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social».
La investigación de la comisión procede de una interpelación presentada en el Parlamento Europeo por el eurodiputado socialista Andrés Perelló, donde cuestionaba la legalidad europea de la gestión de Ana Mato en lo referente al copago hospitalario, ya que, contrariamente a lo estipulado desde la UE, el nuevo reglamento podría provocar que determinados grupos sociales, como los enfermos crónicos, queden desprotegidos sanitariamente.
En la respuesta escrita a la interpelación del eurodiputado español por parte del comisario consta que «las cuestiones planteadas por su señoría serán examinadas en profundidad por la Comisión durante la supervisión de las reformas introducidas en España en el marco del actual ejercicio del semestre europeo».
Para Perelló, «el efecto del copago de fármacos hospitalarios es perverso para los enfermos crónicos y graves», por lo que es «una buena noticia que la actual Comisión Europea, tan amiga de los recortes, intente poner freno a los desmanes de la ministra Ana Mato para desmantelar nuestro modelo de sanidad pública, escudándose en el argumento de la sostenibilidad del sistema».