
Menos pisos y más caros. Así está el mercado del alquiler en estos momentos, sobre todo en las grandes ciudades, donde cada vez se alquilan más inmuebles de forma compartida, vacacional o semanal.
>
El lunes, los escaparates de las inmobiliarias de Valencia estaban prácticamente vacíos de alquileres. Los vecinos de la ciudad aseguran que la situación es «difícil» tanto para «un particular como para una familia» y que los pisos «vuelan de las estanterías y ni siquiera se anuncian». Mientras, en Madrid, lo que hay disponible ya está alquilado o es inasequible.
Esto es lo que hay para vivir: una casa de un dormitorio por 900 euros al mes. Y cuando los pisos tienen más de un dormitorio, los propietarios prefieren dividirlos y alquilarlos porque sus ingresos son mayores y los inquilinos pueden permitírselo.
>
También está creciendo la opción de pasar del alquiler tradicional al alquiler de temporada: contratos de hasta 11 meses que no están sujetos a limitaciones de precio. Por último, está el alquiler vacacional, que también atrae a rentas más altas. El resultado, según Idealista, es que mientras en España la oferta ha caído un 5% en un año, en Madrid, Barcelona y Valencia lo ha hecho mucho más, lo que complica la demanda.