El dinero que se mueve desde España hacia paraísos fiscales se ha multiplicado por cuatro en 2016, con lo que la contribución de las empresas multinacionales al total de recaudación es cada vez menor y la financiación del Estado recae cada vez más en las familias, según Oxfam Interfom.
Esta diferencia entre lo que el impuesto de sociedades ingresaba en 2007 y actualmente lo cuantifica la ong en 23.145 millones de euros, una cantidad que, a su juicio, duplica la necesaria para pagar una renta mínima a todas las familias sin ingresos en España.
Y en esta «carrera a la baja» en la tributación empresarial, los paraísos fiscales «juegan un papel determinante», según la organización, ya que «actúan como catalizadores de esta competencia fiscal».
Los “agujeros negros” de los paraísos fiscales
Los paraísos fiscales, según la ong, son los grandes agujeros negros de la fiscalidad internacional ya que, al ser territorios con un nivel de impuestos bajo o directamente nulo y resultar prácticamente opacos, permiten a grandes empresas y fortunas desviar beneficios y capitales que deberían tributar en sus países de origen.