Izquierda Unida ha decidido dar de baja el contrato de suministro eléctrico con las grandes empresas energéticas de sus 262 sedes para pasar a otras vinculadas con la economía social que garanticen una energía verde, algo que anima a hacer también a sus cerca de 70.000 militantes y simpatizantes.
LAS BANDERAS CONFUNDEN MÁS QUE ACLARAN
Garzón ha lamentado que la situación social pase a «segundo plano» cuando hay conflictos «de identidad nacional» como el de Cataluña y ha acusado además al Gobierno de tener un interés «clarísimo» en que las consecuencias de la crisis queden tapadas por la agenda política.
«Las banderas confunden mucho más que aclaran», ha lamentado señalando que, en este caso, están ocultando los elementos que unen a las clases populares de Cataluña y el resto de España o los beneficios de los ricos. «El conflicto de banderas evita que podamos sentirnos parte de una misma clase social las clases populares», ha insistido.