
La Junta ha despedido a todos los intérpretes de lenguaje de signos de los alumnos con discapacidad auditiva, unos 80 en Castilla y León. Este era un servicio que prestaba la Federación regional de sordos. Desde hace una semana se encarga de ello, por menos dinero, una empresa privada. El dinero ha sido la clave para que la empresa Atlas ganara el concurso público convocado por la Consejería de Educación al que se presentaron dos empresas privadas y la Federación Regional de Sordos.
La decisión ha supuesto el despido de los profesionales que se encontraban hasta el momento desempeñando esta labor con los escolares sordos de centros educativos públicos.