
Una amplia mayoría de los consumidores europeos se plantea dejar de comprar productos de Estados Unidos en plena guerra comercial. Es la conclusión de una reciente encuesta del Banco Central Europeo que también incluye datos de España: entre un 80% y un 90% de los encuestados no tendría problema en cambiar de productos.
En concreto la encuesta del BCE preguntó directamente a más de 19.000 hogares si estarían dispuestos a sustituir la compra de productos procedentes de Estados Unidos. Y la respuesta mayoritaria es que sí, tanto entre los europeos como especialmente entre los consumidores españoles.
Un 43,7% de los que participaron en la consulta aseguran que dejarían de comprar productos de Estados Unidos si suben los precios. Y otros 38,6% lo haría por un «cambio de preferencias». A ellos se suman otros hogares que no contemplan dejar de consumir productos estadounidenses por «ausencia de alternativas».
La encuesta se realizó en el mes de marzo, justo antes de que Donald Trump anunciara la subida de aranceles que está parcialmente en vigor ahora mismo.