
El magistrado Luis Aláez, que instruye la causa abierta por el accidente de tren del 24 de julio de 2013, ha dado dos días a Adif para que le entregue la documentación pedida y niega que exista «inquisición» alguna contra el gestor ferroviario.
No obstante, recuerda Aláez, no es este el enfoque que se ha dado a la instrucción y por ello demanda los documentos que contienen normas de circulación ferroviaria con destinatarios particulares no publicados en boletines o diarios oficiales y actas del comité de dirección desde 2010 hasta 2012.
«No puede negarse la relevancia que para la causa tiene estar al tanto» de si se han tratado algunos asuntos y cuál ha sido su derivación, «por razones de sobra conocidas», expone, en alusión a una comunicación del jefe de maquinistas de Ourense, José Ramón Iglesias Mazaira, en la que habría alertado de la peligrosidad del tramo donde se produjo el siniestro y de la ausencia de suficientes medidas de seguridad.
El juez instructor Luis Aláez ha seguido desde un inicio una línea de investigación que apuntaba a una causa múltiple y no únicamente al despiste de una persona que relevó a otro compañero en Ourense y perdió el control tras atender una llamada del interventor de a bordo.
El maquinista, Francisco José Garzón Amo, es en este momento el único imputado después de que la Audiencia Provincial de A Coruña exonerase a los miembros del consejo de administración del gestor ferroviario Adif y a los cinco técnicos responsables de la seguridad en la circulación. (EFE)