La trágica muerte de la familia sevillana que subsistía con alimentos caducados no ha dejado indiferentes a sus vecinos, que han protagonizado esta mañana momentos de fuerte tensión ante las puertas del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, donde se habían concentrado para protestar por la situación de miseria que tantas familias españolas están sufriendo y que ha provocado estos fallecimientos.
Los alrededor de 200 vecinos concentrados han clamado demandando más servicios sociales, con pancartas como “Lo que le ha pasado a esta familia es por vivir en la miseria” o “Por favor, que no le vuelva a pasar a ninguna familia”. También el alcalde, Antonio Gutiérrez Limones, ha sido objeto de las proclamas, y dos de las concejalas del PSOE han sido increpadas y abucheadas cuando intentaban acceder al edificio.
También ha habido un intento de detención por parte de la Policía de un vecino que pretendía acceder al Ayuntamiento entre el cordón de los cinco agentes que custodiaban las puertas, pero finalmente ha sido dejado en libertad.
La concentración se ha prolongado durante más de dos horas, donde también se han coreado consignas propias del movimiento 15M, como “No hay pan para tanto chorizo” o “Esto es del pueblo”, cuyas redes sociales están difundiendo una nueva protesta para mañana martes a las diez de la mañana, a modo de manifestación que discurrirá desde el barrio donde vivía la familia fallecida, Rabesa, hasta el Ayuntamiento, y que se prevé sea muy numerosa para una localidad de menos de 80.000 habitantes.
El matrimonio fallecido, de 61 y 58 años, llevaba años sin empleo y subsistían gracias a la pequeña furgoneta que el marido, fontanero en paro, conservaba de su antiguo trabajo, ahora utilizada para recoger aluminio y cartón desechados de cuya venta lograban mínimos beneficios, lo que forzaba a la familia a consumir alimentos caducados que pedían en los supermercados y comercios próximos. Es la ingesta de estos alimentos caducados la causa de las muertes a la que apuntan todos los indicios.
Además del matrimonio, también ha fallecido una de las hijas de 14 años de edad, sobreviviendo sólo la hija menor, de 13 años, quien también padeció los mismos síntomas pero que pudo ser salvada a tiempo y se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital infantil Virgen del Rocío en Sevilla.
El Defensor del Paciente ha anunciado que denunciará hoy ante la Fiscalía de Sevilla la atención sanitaria recibida por la familia para que se investigue una posible negligencia por parte del personal de Sanidad que les atendió inicialmente en la madrugada del sábado pasado, ya que, tras examinar a todos sus miembros, que habían acudido ya con fuertes diarreas y vómitos por lo comido durante la cena, decidieron que no era necesario su traslado al hospital. Horas más tarde, el padre encontró a su hija de 14 años muerta en su cama por la mañana, y aunque ya fueron atendidos de urgencia, tan sólo la vida de la otra pequeña pudo ser salvada.