Según ha anunciado el conseller Ramon Espadaler, el departamento de Interior de la Generalitat catalana ha suspendido de empleo y sueldo a los ocho agentes de los Mossos d’Esquadra que participaron en la detención y agresión del empresario Juan Andrés Benítez en el barrio del Raval de Barcelona en la madrugada del pasado 6 de octubre.
La violenta actuación policial, tal y como aparece en uno de los vídeos recogidos por los vecinos del Raval y testigos de los hechos, parece ser la causa del infarto que provocó la muerte de Benítez, quien recibió numerosos golpes por parte de los agentes, a modo de repetidas patadas y puñetazos con aparente ensañamiento cuando ya se encontraba reducido y acorralado en el suelo, motivo por el cual los mossos han sido imputados por graves delitos.
Aunque Espadaler había declarado anteriormente que «el Departamento de Interior no puede concluir que haya habido una mala praxis en el momento de la detención y reducción» y que por ello no se tomarían medidas cautelares contra los agentes involucrados, la jueza que instruye el caso ha dictaminado extralimitación en la actuación policial, tras haber escuchado los testimonios de los vecinos y de haber examinado los informes policiales de los hechos.
Los Mossos d’Esquadra imputados prestarán declaración el próximo 13 noviembre por delitos contra la vida, contra la integridad moral, por coacción y por obstrucción a la justicia. Hasta ahora, la versión de los mossos es que los golpes que desencadenaron el infarto se los provocó la propia víctima a sí misma, a pesar de las grabaciones hechas por los vecinos que contradicen la versión policial.